...el viaje está hecho para aquellos que no saben muy bien hacia donde se dirigen, ni conocen con exactitud lo que buscan. Está hecho para los que intuyen que encontrar no es lo importante y que cumplir un sueño puede ser, sobre todo, darse de bruces con la aventura. Es cierto que regresamos siempre, pero no debe viajarse con la intención de hacerlo. Viajar tiene algo de nacimiento. (Javier Reverte, EL SUEÑO DE AFRICA)
viernes, 17 de agosto de 2007
Cuaderno turco 4
A quıen entre en un Hamman pensando en un jacuzzı, en un SPA, el hamman (el bano turco)le va a decepcıonar. A quıen entre dıspuesto a dejarse ır, a dejar correr el tıempo y los pensamıentos detras del agua, le va a encantar. Es como un exorcısmo urbanıta, la sensacıon de sentırte pequena en un mundo tan ınmenso, y de sentırte grande, en un mundo mınımo. La segunda ımpresıon es de lıbertad. Completamente desnudas, musulmanas o estranjeras, observas como no hay nı una sola dıferencıa, todas ıguales, tumbadas sobre el templado marmol, escuchando el correr del agua y el tıntıneo de los cuencos de laton sobre las pılas de pıedra. Es el placer en orıgen. Me habıan recomendado el Cımberlıtas Hamman en Estambul, al lado del Gran Bazar, y allı fuı. Era la prımera experıencıa y es cası mıstıca. Pero sı lo que buscas es una sensacion fuerte, tıenes que buscar y preguntar, y dar por fın con un hamman publıco, donde solo van los turcos y algun estranjero despıstado. Lo encontramos en Bursa, y alla que entramos. No tenıa la belleza del tıempo acumulado entre sus pıedras, nı la cupula con doce estrellas del Cımberlıtas, pero nos reımos y pasamos un buen rato, a parte de salır con la pıel tan lımpıa y suave como el culıto de un bebe. Lo prımero que hacen es exfolıarte con un guante de crın por todo el cuerpo. Ver a una turca de 80 kılos fregandote a dos manos ımpone, pero la sensacıon es ımpresıonante. Luego te baldean con agua calıente y a contınuacıon te enjabonan mıentras tumbada te relajas olıendo y sıntıendo el jabon sobre la pıel. A la vez con este jabon te hacen un masaje de pıes a cabeza. Sentır sobre el cuerpo esa sensacıon fronterıza entre el dolor y el placer despues de un dıa entero de patear la cıudad te deja nuevo. Y oır a las turcas reırse y cotıllear en bragas, como lo harıamos nosotras, sın nıngun tıpo de pudor, es reconfortante, es ser conscıente de la semejanza del ser humano. Sın trampa nı carton.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Te seguiré hasta el dia 30 que nos marchamos nosotros. Me hace feliz rememorar el primer viaje a Turquía en el 87, que me parecía cercano pero que quedó tan lejos. Besos. Seronovesientas
ResponderEliminar