viernes, 29 de enero de 2010

Amazing Liverpool

En muchos momentos de mi corta y agradable estancia en Liverpool he llegado a pensar que vivía dentro de una película de Ken Loach. No sé, si por el hecho de tener fresca en la mente Buscando A Erik (la historia pasa en Manchester, pero para el caso es lo mismo), o simplemente porque los personajes que me he encontrado podrían haber pasado magníficamente el casting del director británico. Ese realismo social de su cine lo he encontrado cada día. Dentro del estadio de fútbol Anfield, cuando los lugareños recitan fechas y jugadores con una memoria selectiva flipante ; en los pubs, cuando con el micro del karaoke (son muy aficionados) en una mano y la pinta en la otra, entonan Sweet Caroline; o cuando orgullosos te llevan a pasear por Penny Lane.




Y en cuanto a la ciudad yo me quedaría con la fachada marítima del Albert Dock, con esa combinación de edificios vanguardistas y construcciones de otros siglos. Allí mismo está el Museo de los Beatles, indispensable si se visita la ciudad.





También llama la atención que en calles principales encuentras grandes edificios vacíos y como abandonados, tienen pinta de edificios industriales, y supongo que són la huella imborrable de lo que fueron tiempos más boyantes en esta ciudad portuaria.

Una de las cosas que más me ha gustado y, según me dicen lo que menos ven los turistas, ya que está fuera de la ruta urbana, camino al aeropuerto, es el Speke Hall. Son unos jardines preciosos con una enorme casa de madera de la época de los Tudor. El paisaje es increíble.



Luego también te encuentras el humor inglés. Cuando pasas por delante del George's hall, que creo que es el palacio de justicia, te enseñan los grandes leones de piedra que hay en la puerta y te cuentan este chiste:
the two lions infront of St George's hall will only roar if a virgin passes infront of them. They have never roared. (esto es para que practiquéis un poquito el inglés)

Bueno, pues todo esto a tan solo 6 euros desde Alicante. Y casi se me olvida lo más importante, allí a los españoles nos tratan a cuerpo de rey, media plantilla es nuestra y todos, digo todos, vienen a Benidorm de vacaciones.

miércoles, 27 de enero de 2010

Una excursión a Chester

Muy cerca de Liverpool, a tan solo 40 minutos en tren, encontramos la ciudad de Chester. Es una ciudad con una marcada historia , rodeada por murallas romanas y medievales que cierran dentro un coqueto casco histórico, viene a ser como una Siena a la inglesa. Tiene una catedral imponente, coronada en las alturas por la niebla, que le da el aspecto de estar delante de un paisaje sacado de El nombre de la Rosa. También es muy popular el Eastgate Clock (Reloj de la puerta del este).



Es muy original la arquitectura de las calles principales, tienen como una doble galeria ,la que está a la altura de calle, donde se situan los negocios, y luego en una segunda altura hay otra galería también ocupada por comercios, la explicación es que antiguamente las mujeres paseaban por esta segunda galería para no mancharse los largos vestidos con el barro del suelo mojado. Por cierto la condesa de Chester era Lady Godiva , la de los bombones, aquella que paseaba desnuda sobre el caballo.



Chester limita con el País de Gales, y el el río Dee atraviesa el centro de la ciudad por un puente romano antes de salir y juntarse con el Atlántico. En verano debe ser precioso navegar con los pequeños cruceros que dan paseos diarios. Justo al lado del rio Dee hay un parque ( Grosvenor park) lleno de ardillas , y de tanto en tanto el verde queda salpicado por pequeños arcos de antiguas iglesias rehabilitados y colocados allí.



Creo que vale la pena hacer una excursión desde Liverpool , e incluso pasar alguna noche allí. Por cierto si vais en domingo, noolvidar de comer el roast beef con yorkshire pudding, onion stuffing balls and gravy.



Por cierto , de aquí es el actor Daniel Craig, pero no tuvimos la suerte.

martes, 26 de enero de 2010

De pubs por Liverpool

A un día de irme a Liverpool todavía no sabia que iba a encontrarme. Así que llegue sin prejuicio alguno, sólo quería dejarme envolver por la niebla británica y los aromas de las Guiness, y olvidarme por cinco días de la rutina alicantina. Así que a Liverpool.
Como siempre intento que este blog sea útil para alguien que pueda necesitar mi ayuda, os dejo un recorrido "necesario" por los pubs antiguos y populares de la ciudad.



Empezaremos por The Vines (Lime Street) que nos quedaba al lado del hotel, aquí probamos la Banks's mild. La mild es un tipo de cerveza típica de aquí y de las más antiguas, es un poco amarga y de un dorado oscuro. En la misma calle te encuentras The Crown, es muy bonito, creo que es el más antiguo o uno de ellos. Luego seguimos y entramos al Ma Egerton's, detrás del Empire Theatre, justo en la puerta de los camerinos del teatro, por eso antiguamente aquí se dejaban ver los actores que actuaban esas noches. Probamos la Worthington's bitter y la Manss's mild.

En Thomas and Rigby's /(Dale Streert) , un pub de 1726, tomamos la Black Cat mild, la Badger's bitter, y la Green King's, una indian pale ale (IPA) una cerveza típica inglesa de lúpulo. Difícil elección.

No hay que olvidarse de ir a The Grapes (Matthew Street),enfrente de The Cavern, el mítico pub donde tocaron 292 veces los Beatles. Solian ir a The Grapes a tomarse unas pintas. Puedes sentarte en la mesa donde ellos se sentaban.

Seguimos y entramos a The Globe, un pub pequeñito y peculiar, con una señora de unos 70 años en la barra tirando las beers, y una parroquia de similar edad. Hay un banco corrido en las paredes y pequeñas mesas pero casi toda la gente bebe de pie, y un cartel avisa : “Drink up, makes people more interesting".



Y ahora, si, para acabar hay que entrar al pub de la Philharmonic, es realmente bonito, los suelos son de mosaicos de teselas chiquitítas, como modernistas, ,los muebles de madera oscura, las lámparas de época...

En fin si alguno de vosotros va a Liverpool y le gusta la cerveza, os aseguro no os defraudaran. Yo he tenido ventaja, iba muy bien aconsejada, gracias desde aquí a Mike y Sue, nuestros particulares Cicerones.